¿Qué es y cómo se produce el acné?
El acné es una patología muy extendida de la piel. La hipersecreción de sebo producido por las glándulas sebáceas se deposita en la superficie cutánea y produce la obstrucción de los poros. Esto se conoce como acné retencional (Puntos negros). El acné inflamatorio se origina por la sobreinfección secundaria por Propionibacterium Acnes, presente en la flora bacteriana local. Esto origina una reacción inflamatoria y oxidativa local. Se da en diversas partes del cuerpo y con distintas variedades de pápulas, pústulas o nódulos.
DIETA Y ACNÉ:
Tras estudios realizados, se ha comprobado que el estilo de vida alimentario de los últimos años ha influido en un alto porcentaje a la aparición del acné.
Lácteos
Se ha encontrado una relación entre el consumo de leche (en especial desnatada) y el acné. La explicación es que la leche contiene precursores de la testosterona (sustancias que utiliza nuestro cuerpo para sintetizar esta hormona), contribuyendo a la producción de sebo. Además, la fermentación que sufren algunos quesos durante su producción, conlleva la presencia en estos alimentos de más precursores hormonales.
Hidratos de carbono
Las dietas de alta carga glucémica (dulces, cereales refinados y azúcares simples) produce una cascada hormonal que desencadena una producción de sebo en la piel. Una dieta de baja carga glucémica tiene menor gravedad en el acné.
Recomendaciones dietéticas para el acné:
Llevar una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, pescados y beber un litro y medio de agua al día.
– Vitamina A (Beta-caroteno): control de la producción excesiva de sebo. Manzanas, espárragos, zanahorias, espinacas, mango, durazno, melón y batata.
– Ácidos grasos omega 3: antiinflamatorios y ayudan a diluir el sebo haciendo menos posible que se tapen los poros. Aceite de soja, germen de trigo, frutos secos, pescados azules.
– Vitamina B6. Regula los niveles de las hormonas implicadas en el desarrollo de las lesiones de acné. Ciclo menstrual o la menopausia. Batata, semillas de girasol, atún, papa, pollo, arroz silvestre, aguacate, mango y plátano.
– Zinc. Estimula la función inmunizadora, reduce la inflamación y contribuye a mantener niveles hormonales adecuados. Cebada, pollo, cangrejo, ostras, cordero, trigo y pavo.
Los lácteos son un grupo de alimentos fundamental durante la adolescencia. Reducir su consumo podría ayudar a la sintomatología del acné, pero debemos asegurarnos de compensar este cambio con alimentos que aporten los mismos nutrientes; en el caso del calcio pueden ser legumbres, sésamo o frutos secos.
Existen también complementos nutricionales de micronutrientes que actúan de impulsores en la desaparición del acné:
Acnavance:
Una combinación de micronutrientes seleccionados por su acción sobre la piel, el hígado y el intestino:
– Bardana y pensamiento silvestre: disminuyen la producción de sebo.
– N-acetilcesteína, selenio y cúrcuma: reduce la inflamación
– El rábano negro y N-acetilcisteína: detoxifican el hígado.
– Vitamina B5, magnesio y zinc: refuerza la inmunidad.
– Con 2 cepas específicas de Lactobacillus (5 mil millones probióticos): detoxifican el intestino.
En CEMEL, un grupo de expert@s estudian y tratan el acné de una forma integral.